Como se muestra en la
obra, la muerte no es siempre horrible como nos la imaginamos. Cuando
uno es joven y se ve lleno de vida, si la muerte llama a su puerta
nos parece cruel. En cambio, cuando uno llega a la vejez o a la
enfermedad incurable, y ve que la vida ha sido como un vuelo rápido
de la luz a la noche, y que la vida ya solo le ofrece sufrimiento,
aún que este el mundo repleto de vida, solo ve desolación, y es
entonces, cuando uno puede ver, la verdadera paz y hermosura de la
muerte.
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