No se si fue,
la magia de la Alambra,
o su fuerza que a los dos nos embrujó,
no se si fue,
su belleza o misterio,
que como filo de cupido se clavó,
y nuestros corazones,
presos por su deseo,
fueron otra pasión,
que a su capricho floreció.
Nos dejamos llevar
sin hablar ni pensar,
que un verano es muy corto
para poderse amar.
Casi sin darnos cuenta,
llego el adiós,
después de un tierno beso, que nos
sello a los dos.
Adiós amor,
nunca te olvidaré,
y cada noche contigo soñaré.
Tu tienes que partir
y podrás olvidar,
más yo junto a la Alambra me tengo que
quedar,
y cada día,
sera nuevo penar,
por que su embrujo más me hará
recordar.
Adiós amor,
nunca te olvidaré,
y cada noche contigo soñaré.
Tu tienes que partir
y podrás olvidar,
más yo junto a la Alambra me tengo que
quedar,
y cada dia,
sera nuevo penar,
por que su embrujo más me hará
recordar.
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