La primera vez que un
país empezó a gobernarse con políticos, seguramente creerían que
seria un acierto, y en aquellos principios quizá pudo ser así, por
que sus promotores seguramente lo harían con buenas intenciones, y
pensando, que su esfuerzo seria esencial para conseguir un mejor
futuro para el pueblo. Pero igual que pasa el tiempo, pasan también
las ideas y experiencias, y gracias a ellas, se pueden juzgar los
resultados buenos o malos que dejan.
Si miramos en general,
la situación de bienestar que gozan los ciudadanos de nuestro
planeta, nos damos cuenta de las grandes desigualdades que hay entre
unos ciudadanos y otros. Esto demuestra, que los políticos no están
a la altura para desempeñar sus cargos.
Cuando hablan de
derechos humanos, a la gran mayoría de ciudadanos, se les niegan.
Mientras en zonas del
planeta hacen destruir alimentos por intereses políticos, en otras,
las gentes mueren de hambre por no tenerlos.
A todos se les llena la
boca, cuando dicen querer terminar las guerras, pero todos las
consienten y facilitan, fabricando y vendiendo armas.
Aseguran que todo
ciudadano es libre. Pero levantan muros y alambradas en fronteras y
no permiten que uno pueda escapar de conflictos y guerras para
vivir en un lugar de paz.
Dicen, que todos los
ciudadanos somos iguales ante la ley y tenemos los mismos derechos,
pero la realidad en justicia, demuestra, que tanto tienes, tanto
vales.
Los políticos son como
los dioses. Tienen el corazón de piedra y no les afectan las
miserias ni penas que sufre el pueblo.
Si a cualquier político
le preguntaran, si estaría dispuesto a abandonar su formación, para
integrarse en otra donde todos los esfuerzos y trabajos, estuvieran
dedicados para conseguir hacer de nuestro mundo, un paraíso de paz y
bienestar, te juraría que si. Pero seguro, que para quedar bien,
añadiría que el y su partido es por eso por lo que están luchando,
y si hay casos de corrupción, estos son por personas concretas y no
por las instituciones.
Señores, si en todos
los sistemas de gobierno, la corrupción puede acampar a sus anchas,
es por que los políticos lo permiten.
Los políticos son
quienes dictan las leyes, por lo tanto, son ellos los responsables y
culpables de las buenas o malas leyes que tenemos.
Cuando uno decide
voluntariamente trabajar en política por el bien del ciudadano, debe
hacerlo sin escoger bandas ni color, ni defender o rechazar
decisiones según quien las aya propuesto. Un buen político ha de
estar dispuesto a dialogar, razonar y exponer bajo su punto de vista
todo lo bueno y lo malo que podría producir una ley, y tras un
debate con todos los responsables de crearlas, escoger la mejor, para
que en ella no puede aflorar ni producirse, ningún acto que pueda
burlarla.
Para que las
instituciones funcionen bien, los políticos no devén tener egos. Y
desgraciadamente la mayoría pecan de ello.
Me gustaría hacer tres
preguntas.
¿Se puede creer y
confiar en políticos tal como vemos que llevan el mundo?
¿Quien es el culpable
de dejar el mundo en manos de políticos?
¿Si estuviera en tus
manos, serias capaz de poner tu grano de arena para conseguir un
mundo donde todos los ciudadanos fueran libres, iguales ante la
justicia, y que cada uno se ganara el pan con el sudor de su frente?
Si tu primera respuesta
es."NO", la segunda. "EL PUEBLO", y la tercera.
"SI".Te diré que hace más el querer que el poder. Por lo
tanto pueblo, no te quejes, en tus manos esta tu destino.
J. S. T. Ciudadano del mundo 17 - 10 -
2016
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