domingo, 9 de octubre de 2016

EL SER HUMANO

Si tuviéramos que hacer una calificación de los seres vivos que conocemos, sin-duda alguna, al ser humano lo calificaríamos como al Dios de todas las especies, ya que ha tenido la gran suerte, de ser el más especial entre ellos. Su conciencia le hace reconocer el bien y el mal, y su inteligencia es tan extraordinaria, que además de pensar, le permite razonar para que día a día pueda superarse en todo, y por ello pueda conseguir una vida más digna, libre y cada vez con más longevidad.
A pesar de tantos privilegios a su favor, al humano también podríamos calificarle como uno de los
seres más necios, ya que pudiendo llevar una vida tranquila con todo lo esencial y placentero, se deja arrastrar por egos innecesarios como acumular fortuna, que aveces, en vez de servirle para bien
le puede crear enemigos tan dañinos, que para robarle, no les importa matar-le.
¿Que tendría que hacer el humano, para reconocerle como el más especial e inteligente?
Demostrarlo con hechos. Y hasta que estos hechos no sean reales, el humano seguirá siendo necio.
¿Con que hechos puede demostralo?
Como todo, para que la empresa humana funcione bien, necesita tres buenas normas.
La primera, de derechos. La segunda, de obligaciones y la tercera, de justicia.
La primera de derecho, es reconocer que todos somos iguales. La segunda. Que el ser humano es un ser libre y nadie tiene derecho a esclavizar, imponer, chantajear o presionar para obligar-le a hacer actos que no sean por su propia voluntad. Y la tercera, que solo por a verle dado la vida y dejarle en este mundo sin su decisión, tiene derecho a recibir manutención, sanidad y una educación gratuita hasta su mayoría de edad. Por lo tanto, toda educación y ley, ha de ser en defensa de esos derechos.
La de obligación es la siguiente. Cuando un humano llegue a mayoría de edad, sera libre de decidir su propio futuro, pero también de ganar su sustento con el sudor de su frente, por que de una forma u otra, todo ciudadano esta capacitado para aportar un grano de arena para el bien de todos.
La tercera norma para un buen funcionamiento del sistema humano, es la de justicia, esta, ha de ser
justa a la ofensa o daño provocado, además, conocida de antemano por todos para saber que pena se impone a cada delito cometido. Un ciudadano puede perdonar la ofensa o daño que le haya causado otro, pero la justicia a de ser implacable y imponer al culpable la pena señalada para que este pague su ofensa o delito.
Es un imperdonable pecado, que con todo el conocimiento y sabiduría con el que goza hoy la raza humana, el ciudadano aún siga siendo esclavo de decisiones de poderosos que solo buscan su propio beneficio.
Para que al ser humano se le pueda calificar como inteligente y extraordinario, debe despertar de su irresponsabilidad y comodidad, y ser partícipe de decisiones sobre el bienestar y futuro de todos, ya que uno de los caminos más ciertos y seguros para que este pueda sobrevivir en el universo, es el de trabajar unidos con hermandad.
Si tratamos de visualizar el futuro del humano, veremos tres posibles metas. Una, la de su propia exterminación por irresponsables o por la desaparición de los sistemas estelares necesarios para el.
Otra, la que si el poder sigue dictando el futuro y destino del pueblo, dentro de pocos años, este hará desaparecer a toda la clase obrera sustituyéndola por robots, ya que estos le servirán fielmente sin pedirle cuentas. Por lo tanto, para que esto no ocurra, el pueblo ha de escoger la tercera que es la
de gobernarse con un sistema "Perfeccionista", ya que solo con el, el ciudadano puede llegar a ser dueño de su propio destino, y conseguir con su inteligencia, una vida digna y sin fin.

                                             J. S. T. Ciudadano del mundo 9 - 10 -2016




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