Algunos sindicatos,
tomado este proverbio tan claro por bandera, salen a la calle
jadean-dolo hasta la saciedad, sin comprender claramente su
significado o lo que representa. Creen, que por aclamar el nombre del
pueblo en su boca están en poder de la razón y todo les esta
permitido. Se equivocan.
El salir a la calle a
manifestar sus descontentos contra políticos, cometiendo actos
bándalicos, destrozando todo lo que encuentran en su camino, y
enfrentándose y dañando a los defensores del orden, no es de pueblo
ni forma de lograr lo que se persigue.
El pueblo no sois
solo los que gritáis este gran proverbio . Pueblo son los compañeros
que no comparten vuestras ideas, también las vidrieras, cajeros,
los contenedores y los agentes de policía que están para mantener
el orden y defender las leyes.
Si algunas cosa no
funcionan como el pueblo desearía, sera por que algo mal abra hecho
el pueblo, ya que solo el, tiene la fuerza y la palabra para decidir
lo que más le conviene. Por lo tanto, el único culpable de las
desventuras y sufrimientos del ciudadano, es el ciudadano mismo.
Señores. No se
pueden ver los toros desde el burladero, y juzgar los hechos del
torero.
Si el pueblo deja en
manos de políticos las decisiones que tendría que tomar el, lo mas
normal, es que los políticos apuesten por leyes que favorezcan a los
políticos, por que teniendo estos el voto y consentimiento del
pueblo para hacer y deshacer a su voluntad, les asiste la razón, y
por más que el pueblo salga a manifestar su descontento, si a los
políticos no les interesan sus peticiones, este no conseguirá su
propósito ni por la marcha pacifica, ni por la destructiva.
Si de verdad los
políticos desearan trabajar por el bien del pueblo, seria muy fácil.
Solo tendrían que sentarse en una mesa, y exponer cada uno de los
partidos lo que creyera mejor para el bien del ciudadano, y después
de exponer todos su opinión, de todas ellas escoger la mejor y
ponerla en practica.
¿Porqué no hacen
eso los políticos? Por que sus ideas no son las de trabajar por el
bien del ciudadano, sino por el suyo propio. Cuando unos están en el
poder, no hacen lo que prometían antes de llegar, y cuando están en
la oposición, critican al que gobierna por no hacer lo que ellos
hubieran podido hacer cuando gobernaban y tampoco hicieron.
Cuando las gentes se
desengañan por tanta falsedad y corrupción política, surgen nuevas
formaciones, que aprovechándose del resentimiento del ciudadano, se
ofrecen como salvadores del pueblo, revistiéndose de lo que no son
por sus cambios constantes de ideas sobre las libertades y leyes, y
prometiendo al ciudadano lo que no pueden darle. Y cuando se indaga
sobre ellos, se descubre que son políticos como todos, y que también
buscan para ellos, sus propios tratos de favor y beneficios.
Los ciudadanos
tenemos que concienciarnos y tener claro, que por más bien que hable
y prometa un político arreglar la nación, nunca lo hará. Mientras
en el mundo hayan muchas naciones habrá diferencias entre sus
políticos. Si hay diferencias entre ellos, habrán guerras. Si hay
guerras, habrá enriquecimiento para unos pocos y muerte y miseria
para el pueblo. Por lo tanto, mientras cada pueblo no se funda en una
asociación ciudadana y todas ellas en una mundial para poder decidir
de verdad el propio pueblo, no sirve de nada, salir a la calle a
jalear "El pueblo unido, jamas sera vencido".
J. S. T. Ciudadano del mundo 15 - 1 - 2015
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