domingo, 10 de septiembre de 2017

LA GRAN MENTIRA

El comienzo de esta, quiero hacerlo a modo de romance para que sirva de reflexión. Desgraciadamente, muchos de los hechos que nos amenazan y tenemos que sufrir sin esperarlos, son por enseñanzas fanáticas a gentes que no ven más allá de su ignorancia.
Viajando en un tren un católico, un budista y un musulmán, pregunto el musulmán. Si os dijeran que tenemos que morir en este tren. ¿Que haríais? El católico dijo al instante. Tengo la conciencia tan tranquila, que si muriera ahora, se que iría directo al cielo. Al instante dijo el budista. Yo estoy tan seguro de mi reencarnación que no me importaría. Al terminar el budista, el católico pregunto al musulmán. ¿Y tú que harías? Este, dejando al descubierto su cinturón con explosivos, respondió. Como matando infieles se me abrirán las puertas del paraíso, voy a inmolarme y reventaros a todos.
A los pocos días del atentado, un gusano vio a otros dos que sin parar de buscar se decían. Por más que busque no veo a San Pedro por ninguna parte. Ni yo el paraíso con las huris para complacerme. Integrándose en la conversación, les dijo. Que ignorantes fuisteis. El único que tenia claro su futuro, era yo. La pena ha sido, que nunca creí reencarnarme en gusano.
En el romance queda claro, que sea de la religión que sea, cuando un humano muere, su destino es el mismo que el de cualquier animal. Convertirse en gusanos y más tarde en polvo.
La gran mentira de la humanidad, es la de pensar y creer que existen los dioses. Pero ante esta creencia, lo peor de todo, es la gran ignorancia de los musulmanes, al creer que si mueren matando infieles, tendrán asegurado un paraíso donde podrá disfrutar eternamente una vida de placeres, con manjares, vino y mujeres siempre vírgenes para complacerles.
Ante estas enseñanzas, es fácil que cualquier creyente desengañado de esta vida de miserias, egos y sufrimientos, caiga rendido a esos cantos de sirena, que le prometen lo que sabe que en esta vida nunca podrá tener y por su gran ignorancia, se ofrece gustoso como mártir, esperando tras su muerte la engañosa recompensa que nunca encontrara.
Musulmanes: Si los imanes creyeran que el paraíso que predican existiera, serian ellos los primeros en inmolarse.
Desgraciados los ignorantes que creyendo los engaños de esos imanes radicales ofrecen su vida para nada, por que vida solo hay una y cuando esta acaba, se acaba todo.
Dios no creo al hombre a su imagen y semejanza, sino que fue el hombre el que creo a Dios a su semejanza.
El hombre crea las religiones y escribe sus sagrados libros de la forma que mas le conviene.
Parece mentira, que con toda la inteligencia y tecnología que posee hoy día el humano, permita que hayan comunidades que vivan ignorantes a la actualidad y realidad de la vida.
Reconozco que nadie estamos en poder de la verdad y la razón, pero la vida nos va demostrando día a día, quienes somos, de donde venimos y a donde vamos. Lástima, que siendo el pueblo su propio Dios, no haga nada para serlo.

                                                       J.S.T. Ciudadano del mundo 7 - 9 - 2017








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