En estos tiempos en que
los terroristas son una amenaza constante para todos, la mayor
vergüenza para los políticos, es no estar unidos para terminar con
ellos.
Si nos detenemos a
analizarla el porqué de su crecimiento, su primera causa es el
fanatismo.
¿Que puede producir
fanatismo?
Las dos mayores vías
productoras de fanatismo, son, la religión y el independentismo.
¿Quien provoca el
fanatismo religioso y el independentista?
Las mentes egoístas
que ambicionan poder, para conseguir tener al pueblo en su puño.
¿Como evitar que el
poder caiga en manos de mentes egoístas?
Para que el poder no
sea controlado por mentes egoístas, el pueblo debe dar un paso
gigantesco en avance de mentalidad, para reconocer que solo el, es el
único dueño para dictar sus leyes y destino.
¿Como puede el pueblo
ser dueño de su destino?
Para conseguir el
pueblo ser dueño de su destino y que el egoísmo no tenga ocasión
de florecer, solo hay una opción. Unificarse formando en cada ciudad
una hermandad y todas unidas en una mundial. Y para que la hermandad
sea fuerte, estable y duradera, es imprescindible que quien forme
parte de ella, tenga asegurada la libertad y el trabajo. Y solo con
el esfuerzo de este, pueda gozar de todos los bienes necesarios y
precisos.
¿Y que pasa con los
personajes que no quieran pertenecer a la asociación de hermandad
ciudadana?
Los personajes que no
deseen formar parte de la hermandad, tendrán la plena libertad a
decidir por ellos, pero quedando fuera de la hermandad, no tendrán
derecho a los beneficios que esta pueda dar a sus integrantes.
¿Que pasara si
sistemas poderosos que no les interese la hermandad, quedan fuera y
provocan más terrorismo contra ella para destruirla?
Puede que eso ocurra,
por que una mayoría de políticos, sin necesidad de estudios ni
preparación para su cargo, están gozando de sueldos, dietas y
privilegios que no se ganan ni merecen. Por otra parte, las grandes
multinacionales y la banca, para no perder su poder estarían también
en contra. Pero si el pueblo goza de mayoría, podrá imponer su ley
y todos tendrán que claudicar ante ella.
En la democracia, la
mayoría de leyes están hechas para reformar al individuo y no para
hacer justicia. Cosa, que la mayoría de veces no sucede.
Para hacer justicia, la
hermandad debe defenderse con las leyes que el pueblo dicte, y el
pueblo que es el que sabe de sufrimientos, sabe bien, que una ley
solo es buena cuando se paga con la fuerza de su peso. Por lo tanto,
la única justicia para un terrorista que no le importa nada la vida
de inocentes, la mejor justicia que se le puede hacer, es, la del ojo
por ojo y diente por diente.
J.S.T. Ciudadano del mundo 10
- 6 - 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario