El pueblo, es ciego, viendo.
Sordo, oyendo.
Mudo, teniendo la voz.
Cobarde, teniendo toda la fuerza
y culpable entero, de su sufrimiento.
Por el, pienso.
Para el, escribo y vivo.
Que pena seguir así,
cuando todo tiempo es perdido.
Persiguiendo su gloria,
agotare mi memoria.
Más que pena pudiendo lo eterno
alcanzar,
con su fin, se quiera quedar.
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